martes, 21 de agosto de 2012

Barbara


Ahora con las redes sociales tan de moda, los reencuentros son cosa diaria, el encontrar viejos amigos, conocidos, antiguas amistades, antiguos amores, se vuelven una conexión entre el pasado y el presente....una continuación de historias....

      Barbara y Marek fueron compañeros en la Prepa, pasado algún tiempo y después de atraerse mutuamente se volvieron novios...Barbara, una chica muy inteligente, de hermoso rostro, mirada fuerte y retadora, piel blanca, cuerpo de diosa, hermosas piernas bien torneadas que a Marek volvieron loco, y un par de atributos que sobresalían entre los demás: Un par de hermosos, grandes, muy grandes tersos y jugosos senos. La relación no pasó de algo casi formal y al terminar la prepa cada uno tomó su propio camino. No volvieron a saber uno del otro.

      Al pasar el tiempo Barbara se convirtió en una exitosa abogada. Marek en un buen administrador de empresas.

     Un día Barbara lo encuentra en las redes sociales, una solicitud de amistad que acepta con curiosidad y nostalgia...un click y comienza la conversación.

     Pronto se ponen al tanto de sus vidas de lo bien que les ha ido en sus profesiones. Marek se entera que ella  está soltera y sin compromiso, y él en cambio tiene que confesar que tiene poco de casado y que al no resultar la relación se encuentra en un proceso de divorcio viviendo separado.

     Las semanas pasan hasta que deciden salir a tomar un café. Cuando la ve llegar, Marek se queda sin palabras, la encuentra espectacular vestida de manera casual, jeans negros ajustados a sus excelentes curvas y piernas, una blusa blanca con grabados en negro bajo un suéter oscuro que de alguna manera hace resaltar ese antojable busto, cabellera castaña suelta que enmarca un rostro angelical. Marek no puede evitar que por su mente crucen algunas imágenes un tanto eróticas así como tampoco puede evitar decirle lo hermosa que está. Barbara se ruboriza...

     Las semanas pasan entre chat y salidas al café en los fines de semana, la confianza a crecido. Marek siente una atracción cada vez más intensa hacia Barbara y ella, al final, no es tan indiferente a las indirectas que van subiendo de tono. Hasta que un día, no pudiéndose contener más le dice todo lo que ella provoca en él y sin más rodeo la invita a pasar la noche juntos en su casa. Barbara se niega, aún con todo y que esté separado, el sigue siendo un hombre casado, aunque por dentro no puede negar que él le hace sentir ciertas vibraciones...
     Los días pasan, Marek siente su sangre hervir, las proposiciones se convierten en súplicas y frustración cuando una y otra vez recibe las negativas. Pero Barbara siente que algo dentro de ella comienza a ceder, no sabe si es curiosidad o si es la fascinación por vivir una aventura casi prohibida.

    Una noche, con unas copas encima, Marek toma valor y le llama a Barbara, es casi la una de la mañana, Marek insiste en que no puede dejar de pensar en ella, en su mirada, en su boca, en su piel, sus piernas, su senos...que solo el hecho de imaginar que ella lo toque sin quitar esa mirada fuerte le da escalofrío. Sus palabras tomaron un color cada vez más subido.


- ¡Estoy sólo, ¿Te animas a venir a mi casa a hacerme compañía...?


Barbara guardó silencio unos segundos para luego contestar con seguridad y una sonrisa:


- Esta bien....pasa por mi....


Marek apenas pudo creer lo que escuchó, sintió que la sangre se le bajaba a los pies, pronto reaccionó y sólo atinó a contestar:


- ¡Excelente, voy para allá!


Barbara comenzó a alistarse, y escogió "para la ocasión" una hermosa lencería en negro que hacía contraste con su tersa piel blanca, mirándose en el espejo se sintió más que sensual. Pensando en las emociones que sus piernas causan en él, las vistió con una corta y sexy minifalda de mezclilla. Una blusa roja, un poco ajustada acabaron por definir y resaltar su curvilínea figura.

Marek llegó antes de lo previsto, sintió una fuerte descarga cuando Barbara subió a su auto y en un inevitable movimiento de ella, pudo observar con magnífica vista ese par de piernas. Barbara se acomodó en el asiento del copiloto cruzando sus piernas mostrando en todo su esplendor un elegante y exquisito muslo. Con la blusa un poco entreabierta, Marek no puede evitar lanzar su mirada sobre un espectacular frente cubierto de un fino encaje negro semitransparente.






    Su miembro comienza a reaccionar, ella lo nota y entre la plática y bromas pone su mano cerca de él acariciando suavemente la pierna, lo que hace que Marek se quiera retorcer de placer, pero resiste al no poder perder la concentración al manejar. Barbara acaricia sus cabellos, su nuca sin dejar de mirarle. Ella abre un poco sus piernas, él ya con la sangre hirviendo se atreve a poner su mano en la rodilla para deslizarla poco a poco y discretamente hacia arriba esperando la reacción de ella. A Barbara le agrada y se lo hace saber subiendo también su mano hasta alcanzar una gran verga, que para ese momento está dura muy dura y caliente. El agradece el favor y mete su mano por debajo de la falda hasta tocar la húmeda, tibia e hinchada vagina. Barbara baja la bragueta y con su mano adentro busca, encuentra y saca ese gran pene el cual comienza a acariciar delicadamente con un sensual juego de muñeca.

Marek sufre por mantener la concentración manejando, pero por fin han llegado a casa de él...

Ya en casa, en su sala se sientan muy juntos a degustar una copa de vino, la plática y las caricias vuelven a subir de color, Marek comienza a decirle todo lo que la desea, todo lo que está apunto de quererle hacer y Barbara lo calla con un beso, él acaricia suavemente sus piernas...su Monte de Venus, sube hasta sus grandes y jugosos pechos. Con un leve empujón ella lo obliga a recostarse en el sillón, luego vuelve a tomar entre sus manos esa endurecida gruesa verga y la lleva hasta su boca para devorarla con ansia sin dejar de mirar a los ojos de Marek que se retuerce de placer y excitación.

Barbara se levanta y con un baile sutil y lento...muy lento, comienza a quitarse la minifalda dándole la espalda a Marek para que pueda mirar y gozar como aparecen ese par de redondas, blancas y grandes nalgas, vestidas únicamente por una encantadora y diminuta tanga negra.







      De abajo hacia arriba comienza a desabrochar los botones de la blusa roja hasta dejar al descubierto y en libertad los suculentos senos envueltos en fino encaje negro. Marek está con la boca abierta, sentado, con su pene hinchado al máximo, caliente y más duro que nunca. Barbara se acerca a él y de rodillas entre sus piernas vuelve a comerla, primero la pura "cabecita" como si fuera una paletita de dulce, rodeándola con la punta de su lengua, con ella misma comienza a recorrer todo lo largo que es ese endurecido pene para luego devorarlo completamente. Marek se las ingenia y hábilmente desabrocha y quita el brasiere dejando al fin al descubierto todo el esplendor de ese par de dunas coronadas por hermosos pezones en café claro...muy claros que hacen ver aún más grandes y suculentos esos senos. Barbara acerca y coloca el pene de él entre ellos, cobijado en su hermoso canalillo y lo comienza a masturbar deliciosamente con sus tetas. Marek se vuelve loco de placer...





Marek se levanta y permite que se siente ella en el sillón, ahora el se arrodilla, y comienza a besar esa piernas que le encantan y que abre delicadamente, para ir subiendo poco a poco, beso a beso hasta la entrepierna, su vagina aún protegida por la diminuta tanga, él con sutileza la hace sólo a un lado, observa extasiado ese depilado y rosado Monte de Venus, lo besa, pasa su lengua lentamente alrededor de los labios...busca y encuentra el clítoris, juega sobre él con su lengua, lo mordisquea, Barbara reacciona y él siente como esa vagina se hincha y se moja. Barbara coloca sus manos en la cabeza de Marek y lo empuja contra su Monte de Venus. Marek estira sus brazos para alcanzar los senos de ella y acariciarlos, mientras ella comienza entre gemidos y jadeos a experimentar una grandiosa excitación que no conocía....

Marek comienza a trepar, besando y lamiendo...pasa por el vientre, ombligo, hasta llegar a sus grandes senos. Chupa, mordisquea los erectos pezones, causándole más descargas de placer a Barbara. El con sus manos quisiera abarcar y estrujar completamente cada una de las grandiosas tetas que tiene a disposición...pero es imposible...

Levanta las piernas de ella para dejar expuesta su vagina, coloca la punta de su gruesa y caliente verga y con un pequeño empuje la introduce, un exquisito gemido sale de la boca de ella...y comienza un rico vaivén, el no deja de besar, chupar, estrujar sus senos, sus piernas y ella siente como algo le hierve por dentro, siente el tamaño de aquello que la penetra...de momento se asusta, le duele un poco...pero poco a poco comienza a ceder al placer...Sus mejillas están sonrojadas, su respiración es agitada... de pronto él se sale, la levanta, y susurrando a su oído le dice: - ¡Te la voy a meter toda...! - la agacha apoyándola en el sillón para dejar expuestas a su mirada y a su verga, el monumento de esas ricas nalgas, las acaricia, las besa y luego la penetra con grandes embates por atrás...la penetra completamente...






Barbara siente los fuertes embates, siente como el cuerpo de él choca una y otra vez contra sus nalgas, siente como esa dura verga la quiere partir en dos...ella con sus manos abre un poco más sus nalgas...







Su excitación es grande y lo avienta de nuevo sobre el sillón, se trepa en el, con sus manos toma el hinchado miembro y lo introduce en ella, después lo obliga a comer sus senos casi ahogándolo en su inmensidad. Marek con sus manos encuentra las nalgas de ella, las aprieta y jala, ayudándola en ese desenfrenado mete-saca que se está ejecutando, los gemidos y gritos se confunden hasta que terminan los dos al mismo tiempo en una rica explosión de emociones....











En azul el Artista


Despierta el artista, con el deseo de expandir su piel, al oleo en azul plasma, las inquietudes que dan vuelta en su porvenir.
El autorretrato queda como imagen, con el deseo plasmado en su mirar...
El artista es sensible al toque, a la caricia desmedida, al vaivén que sólo tú le puedes dar...










Despierta el artista en azul como las noches, cuando tu boca se llenaba de tanta inspiración hasta el final...