martes, 27 de septiembre de 2011

Hirviendo los Pensamientos

La habitación se iluminó casi por tu pura presencia, mi pene erecto se dejó sentir en el momento, la sangre caliente hasta mi cerebro llegó haciendo hervir mis pensamientos...




Parecías adivinar mis calientes pensamientos y te comenzaste a despojar de tus ropas, después, lentamente,  despojaste las mías, tomaste mi pene entre tus suaves manos y así acariciando  fuiste observando como aquella gota de exitación brotaba, y delicadamente con tu lengua contuviste su caída.



      Lentamente y delicadamente llevaste mi pene a tu boca haciéndome sentir tu lengua, tu humedad, tu calor. Tus manos recorrían detrás de mi piernas empujando,algunas veces, violenta contra ti misma...mis manos, mis dedos solo se enredaban en reacción al placer en tus cabellos, jalando contra mi hasta penetrar completamente tu boca...













     Mi reacción fue la de cogerte en ese instante hasta saciarme, y con cierta ansiedad cumplí mis sueños sobre ti. Estrujé tus senos, los lamí, besé, chupé, los mordí. Llené mis manos y mi boca con tus nalgas, metí mi verga caliente una y otra vez en tu húmeda vagina, en tu estrecho ano...






De pronto se rompió el silencio, el placer suele ser muy ruidoso cuando se le encuentra de esa manera, y tu y yo lo encontramos así....¡Por Dios, que buena cogida te he puesto!
- No amor, no te confundas.... la que te cogió fuí yo a tí....!!!