De vez en cuando se deja ver una sedosa corsetería en color rosa mexicano, elemento que complementa Bernard con su imaginación pensando en como es que se vería sin blusa esta hermosa dama. Y que mejor que fuera el, el que a solas y en un lugar más apropiado, eliminara lentamente esa prenda para dejar al descubierto esos dos montes de placer vestidos únicamente con tal corsetería...
Un nuevo salto del autobús y la blusa vuelve a aparecer cubriendo el encanto que había logrado Bernard, quien no tarda en volver a desvestirla mentalmente, pero ahora su imaginación va más allá...¿Como sería ver esos hermosos senos totalmente desnudos...?. ¿Como adivinar el color y tamaño de esos pezones y su aureola...? ¿Acaso rosados...oscuros, pequeños...grandes...?Y se imagina que fuera ella la que en ese lugar apropiado, y con una sonrisa de completa complicidad, desabrochara lentamente ese botón al frente que Bernard a imaginado en esa corsetería....
Bernard siente como su pene se pone duro y caliente de solo imaginar...pero su imaginación lo lleva todavía más lejos....¡Que rico sería abrazarla por la espalda y llenar las manos con esos manjares! penetrándola suavemente por atrás besando toda su espalda...
Los pensamientos de Bernard siguen creciendo en intensidad, y cuando está saboreando en su imaginación el placer de sentir cobijado su pene con las dos grandes tetas, ella se levanta y pide su parada al chofer....Bernard lo piensa un instante...pero solo un instante...pues corriendo baja del autobús para encontrarla....